¿Qué es el metro automático?
¿Cómo funciona el metro automático?
La tecnología avanzada permite el control remoto de los recursos, las instalaciones y las infraestructuras de la línea, como los trenes, los ascensores y las escaleras mecánicas, las distribuidoras de títulos y las líneas de peaje. Los trenes de las líneas automáticas circulan sin personal a bordo: se localizan, se controlan y se programan desde el Centro de Control. Los trenes realizan el recorrido a la velocidad asignada y parando en las estaciones, de acuerdo con un programa predeterminado que puede variar según el día y la franja horaria, si bien el Centro de Control puede intervenir en cualquier momento.
El Centro de Control
Es el cerebro de la red de metro. En él trabaja personal especializado en las diferentes vertientes de la operación (seguridad, protección civil e información), que apoya al personal de la línea. Los operadores del Centro monitorizan los trenes en todo momento mediante los telemandos y pueden ver su interior en tiempo real a través de las cámaras. También pueden dar y recibir mensajes a los pasajeros mediante la megafonía y la interfonía, y pueden realizar tareas de asistencia en remoto. Desde el Centro de Control se realiza una vigilancia constante de la situación de la red, para poder adaptar la oferta a cualquier repunte de la demanda, poniendo más trenes cuando sea preciso y aumentando frecuencias de paso.
Los trenes automáticos
Estos trenes se caracterizan por su estructura ligera, tecnología avanzada y elevado ahorro energético. Su diseño interior es moderno y está adaptado a las exigencias de capacidad, confort y seguridad. La ausencia de cabina aporta una nueva experiencia de viaje. Todos los trenes disponen de sistemas de información activa a los pasajeros, como la señalización luminosa, la megafonía interior y los intercomunicadores de emergencia. También incorporan un sistema de información visual mediante pantallas LCD y sistemas de detección de incendios y videovigilancia. Todos los trenes cuentan con una rampa de evacuación en el frontal a utilizar en caso de emergencia.
Estaciones de última generación
La construcción de las estaciones se ha visto condicionada por las características del subsuelo, el cruce con el resto de líneas de metro y servicios y el elevado grado de urbanización de algunas zonas. Todas las estaciones están adaptadas a personas con movilidad reducida y la mayoría disponen de ascensores de gran capacidad. Otras estaciones tienen escaleras mecánicas para el público general y ascensores de uso preferente para personas con movilidad reducida. En las estaciones, la entrada y la salida del pasaje se realiza a través de las puertas de andén, que se abren y se cierran de forma sincronizada con las de los trenes y, de este modo, se evitan las intrusiones y las caídas en la vía.
¿Qué beneficios aportan las líneas automáticas?
La apuesta por la automatización en la red de metro marca el camino hacia un mejor servicio. La automatización no solo aumenta la seguridad técnica del metro, sino que un metro automatizado puede circular con altas frecuencias, con total seguridad y con la máxima regularidad.
- Mayor seguridad y fiabilidad: las tecnologías punta para controlar y supervisar la circulación de trenes redundan en un servicio más regular y fiable, al tiempo que se reduce la posibilidad de cometer errores humanos. En cuanto a las estaciones, todas están equipadas con puertas de andén para evitar caídas accidentales de objetos y personas en la zona de vías.
- Mayor flexibilidad y capacidad: este sistema de gestión permite adaptar la oferta a la demanda. Gracias a los sofisticados sistemas de control y seguimiento, los trenes pueden circular con más frecuencia en hora punta, es decir, pueden aumentar la capacidad de la red y adaptarse mejor a las necesidades de la movilidad ciudadana.